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El Ministerio de Salud de Brasil informó que 300 personas murieron en el país a causa de la fiebre amarilla del 1 de julio e 2017 al 13 de marzo de 2018 y que en el mismo período se confirmaron 920 casos de infectados con la enfermedad.
La entidad detalló que en el mismo período comprendido entre julio de 2016 y marzo del año pasado murieron 196 personas de fiebre amarilla y que 610 casos fueron confirmados, traducido en un incremento de la mortalidad a causa de la enfermedad del 65,3%.
“Los informes de fiebre amarilla siguen, desde el año pasado, la estacionalidad de la enfermedad, que ocurre en su mayoría en el verano. De esta forma, el período para el análisis se considera del 1 de julio al 30 de junio de cada año”, detalló el Ministerio en un comunicado de prensa.
La organización indicó que hasta el pasado 13 de marzo se notificaron 3.483 casos con sospechoso de ser positivos de fiebre amarilla entre los que 1.794 fueron descartados y 769 permanecen en investigación.
El Gobierno de Brasil anunció que hasta abril de 2019 será ampliada, de forma gradual, la vacunación contra la fiebre amarilla a todo su territorio. La medida es preventiva y tiene como objetivo anticipar la protección contra la enfermedad para toda la población en caso de un aumento en el área de circulación del virus.
“Es una acción de prevención, no de emergencia. Buscaremos los mecanismos necesarios para vacunar a todos los brasileños aún no inmunizados dentro de la cobertura adecuada para cada una de esas áreas”, aseguró el ministro de salud Ricardo Barros en rueda de prensa.
Los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro y Bahía fueron los primeros en extender la vacunación a todos sus municipios.
